Ahora que está de moda el tema
del independentismo, puede que sea el momento oportuno de echar la vista atrás
y leer sobre independentismos del pasado. De
parte de la princesa muerta, la primera obra de Kenizé Mourad (hija de un
rajá de la India y de una princesa otomana), cuenta la vida de su madre, a
quien, por desgracia, no llegó a conocer, pues murió cuando la autora solo era
un bebé. Esta vida de riqueza y reveses transcurrirá por países en los que el
tema de la independencia estará a la orden del día. Hablamos de la primera
mitad del siglo pasado, donde las guerras y la descolonización estuvieron muy
presentes. Turquía, Líbano, India, la Francia ocupada… El libro recoge
acontecimientos políticos, aunque no deja de ser una historia que busca la
felicidad y el romance continuamente… otra cosa es que se alcancen…
De parte de la princesa muerta es una obra un tanto exótica,
repleta de hechos históricos y políticos. La protagonista, aunque empieza
siendo niña, es una princesa y está metida en todos los fregaos, quiera o no.
Para empezar, tendrá la mala suerte de ser testigo del fin del Imperio Otomano
(Primera Guerra Mundial). Turquía se desmiembra y descabeza… adiós al sultán y
a su familia. Bye bye. Selma, que así
se llama la protagonista, la madre de la autora, vivirá el declive turco,
sentirá el amor por la independencia en primera fila y aprenderá de los
bofetones y las contradicciones de la vida. Es fácil ser querido cuando uno es
rico y poderoso, pero… cuando uno deja de serlo…
Aunque el libro es algo lento y
pesado en ciertos tramos, no deja de ser interesante. A mí se me hizo largo
(600 páginas comprimidas que son mil de cualquier otro libro: desde luego, las
horas de lectura se amortizan). Además, Kenizé Mourad no es una buena
narradora, si bien tiene una historia atrayente que contar (aunque cuenta
demasiado y podría abreviar…). Entre los detalles interesantes: costumbres y
ética de la familia real otomana. Desde un punto partidista, claro, pero, al
cabo, es su propia familia de la que habla.
Ocasionalmente, la autora se
pierde en los hechos históricos. Son momentos en los que se deprecia la trama
(aunque sea una biografía no deja de ser una narración, mezcla de ficción y
realidad, que se construye a modo de novela). Valoremos que se trata de un
libro escrito en el año 1987, sin el acceso rápido a la información que hay hoy
en día. La autora, supongo, trata de enseñarnos un boceto lo más completo
posible de la época, cayendo en el error de convertirse a veces en una
enciclopedia política. Porque política, hay mucha. Igual que historia, exotismo
y belleza.
No solo de Turquía habla el libro
(por cierto, dan ganas de viajar a Estambul), también del Líbano gobernado por
los franceses, parte que leeremos con atención pero con mayor prudencia, pues
aún quedan muchas páginas... En el Líbano, la autora nos mostrará la realidad
pasada y moderna de los países árabes. La ocupación europea es fundamento para
rivalidades sociales, políticas y culturales que se sustentan sobre todo en la
religión. Tema que irá ganando cada vez mayor importancia y explotará cuando la
protagonista viva en la India.
Hay un personaje espectacular, la
madre de Selma, abuela de la autora. Se la retrata fría y distante pero
ejemplar en su cargo como princesa. La historia, de hecho, perderá interés en
cuanto ella vaya desapareciendo de la narración y la autora se centre en la
hija. Cotidianeidad, pocas aventuras, leer sobre el día a día de Selma… Bufff…
Nos cansará su altivez y soberbia, propias de su rango y de la época.
Básicamente, le entra la edad de pavo… pero le dura mucho tiempo… ¡Qué difícil
es adaptarse al cambio cuando uno no quiere hacerlo!
En cuanto a la parte de la India,
un poco más de lo mismo, aunque madurando. Leeremos sobre la forma de vivir de
las princesas indias en una época de cambio, pues, de nuevo, hay un jaleo de
tres pares con el tema de la independencia. Le falta gracia a la trama, que,
poco a poco, se ha ido convirtiendo en la visión y vida de una mujer musulmana rica: todo el día encerrada en un
palacio. Apenas conoce las cosas más que de oídas. No vive, es un pájaro
enjaulado, rodeado de riqueza pero muriéndose poco a poco, quedándose sin
energías. La pobre intentará inmiscuirse en política desde el principio: la
independencia de Turquía, Líbano o la India, pero su dedicación siempre traerá
más mal que bien.
A destacar la descripción de la
pobreza de la India, así como de sus costumbres. ¡Acojonante!
Puede que llegados hasta aquí,
pueda resultar aburrido. Y el libro lo es, la verdad, más largo que un día sin
pan. No obstante, la novela no deja de ser una narración exótica y femenina, una vida que transcurre de
aprendizaje en aprendizaje, sin apenas notarlo. Una mujer encerrada que quiere
ser libre y que, de alguna forma, terminará por lograrlo cuando abandone las
costumbres musulmanas y huya a Francia…
El libro se convirtió en un
best-seller de ventas. Ha sido traducido a veinte idiomas, incluido el turco.
En Turquía, el libro tuvo un éxito particular, con censura de alguna parte, y
contando por primera vez el final del Imperio a través de los ojos de un
miembro de la familia imperial.
La escritora publicó en 1998 una
nueva novela, Los jardines de Badalpur,
que trata del reencuentro con su familia india. Vive en Estambul y habla varios
idiomas, entre ellos, español.
Carlos Álvarez
SINOPSIS
Estambul, 1918: esta historia
comienza en la corte del último sultán del Imperio otomano. La princesa Selma
tiene siete años cuando ve cómo se desmorona su mundo. Condenada al exilio, la
familia del sultán se traslada a Líbano. Éste será el principio del complicado
viaje que Selma hará a lo largo de su azarosa vida, un camino que la conducirá
a la India y a París en el que encontrará al amor de su vida... y lo perderá
para siempre. De parte de la princesa muerta es una novela inolvidable que ha
cautivado a millones de lectores de todo el mundo.
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